LA VIGILIA DE LAGARTOS

 

Por Jorge Arbeleche

 

Como ando con el sueño dado vuelta, anoche , otra vez, me visitó el insomnio. Para intentar darle forma a esa forma vacía del tiempo que es el desvelo, sin premeditación y con alevosía, procuré alimentarlo de lectura, con la intención ilusa de que luego de un rato razonable de buena lectura, el sueño regresara. Me equivoqué. Por inocente, por confiado. En lugar de retomar la excelente novela de Padura acerca del final asesinato de Trotsky a manos del tristemente famoso Ramón Mercader, por temor a la minuciosa descripción de brillante narrativa acerca de los últimos momentos de esa aventura infernal y dirigida desde Moscú, alargué mi mano hacia estos "Lagartos" que pretendí más inocentes. Craso error. Me devoraron la cabeza, me tuvieron en vilo, me robaron para siempre el sueño, me rapiñaron vorazmente la noche. Y yo , a medida que fui penetrando en ese reino ignoto de batracios, me sentí envuelto y atrapado por una prosa de mayúscula estatura y una concepción de libro arriesgada y sutil que, tanto se torna apócrifa aventura arqueológica de descubrimiento como deviene alegoría implacable -pero no desgarrada- acerca del hombre y de su condición finita. El Tiempo humano frente al No Tiempo ahistórico de una especie. Los lagartos "son", nosotros "estamos". Marqué, al pasar, momentos antológicos. A saber:

página 38. "No parpadear para que el tiempo se olvide de pasar. La noche no llega sino por sorpresa". Soberbio.

pág.29."El canto del lagarto se difunde con el dibujo de un canario blanco sujeto entre los dientes". Terrible definición del concepto bíblico de Bien y Mal que campea o sobrevuela a lo largo del libro.

pág.111."Ante las iguanas y las lagartijas puede sentirse la misma secreta piedad que requieren las cosas". La inicial de todo enigma existencial, humano y creativo.

Escribo esto al alba absoluta, a vuela pluma, y no tiene pretensiones de lectura crítica o análisis académico. Es la explosión inmediata de la enorme satisfacción que me produjo la lectura de un gran libro.

       
 

 

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