De qué le sirve a Homero
que yo levante el escudo de Aquiles
detenga el sol
y contemple la batalla en la sombra.
No es la sombra ni el sol
de la batalla.
La sangre sale sin ganas
la muerte no quiere su color
para la fiesta.
Caía un guerrero
un héroe
un himno
y escribía un punto en el escudo
mientras Homero sentía que el vencedor
tocaba su hombro
recordándole el nombre de su padre.
Hoy los mensajeros de pies ligeros
van por el aire
pero no proponen un reino
no desafían al sacrificio
dan lugar al aviso siguiente
que no rapta por amor
dice la hora fría de un tiempo que corre
sin que nadie le agarre el cuello
y obligue a cantar.
Un minotauro dibuja en las paredes
el mapa de su vida
la idea ambiciosa
de cerrar las puertas
y morir adentro.
Nadie recorre su locura verde
escapada del laberinto.
De piedra las catedrales
las naves de piedra
y el grito del minotauro
implora y se confiesa.
Por el camino
empedrado
de nacimientos y muertes
cabalga el minotauro.
En miles de paredes
llamadas años
dejó su idea de laberinto.
La ilusión de unidad
entre los días
se llama
camino del minotauro.
Por qué extraña transparencia del espejo
o por cuál extraña memoria de los ojos
tengo los años de aquel deslumbramiento
cuando conmigo estaba acompañado
y por qué mentira mis piernas tienen fuerza
y mis manos proyectan con tus manos
por qué espejismo
contesto con un grito
con la risa de un vaso
y con un canto
cuando los labios pronuncian
rojos
cuando el pelo se agita
negro
por qué espejismo hasta el verso me adelanto
si mis años ya son los del retorno
y por qué tengo los años mentirosos
si mis venas son pájaros delgados
hasta el viaje de retorno tengo pronto
veinte años pesan al costado
y los regalo porque estorban a la cuenta
todo empieza esta tarde
y a tu lado.