Que tan bien te quedan el tiempo y el cuerpo iniciado en el sexo; que tanto se juntan tu cuerpo y un ansia de infinito, que se concluye aceptando que todas las líneas y esquinas del cuarto y del cuerpo, se unen en una armonía que se llama pasión. A partir del ella Mario Mele escribe su libro La camena; la Musa no es otra que la de carne y hueso, como quería Darío; y la historia no es otra que: “yo triste, tu triste // ¿no has de ser entonces // mía hasta la muerte?”
“Con el pezón más tierno”y “las uñas más largas”, se inicia el acontecer que guía La camena, la musa que Mele conduce con sobriedad de adepto, de solícito oficiante, en este territorio de agonista que desea, en último término, “girar la taza y preguntarte si bebés // y dejarla de tu lado, boca abajo…”
La camena es un vitral del presente pero, a la vez, el que reúne la poesía de Mario Mele en forma antológica.
Leonardo Garet